Al día de hoy, 17 mil 593 niños, niñas y adolescentes permanecen desaparecidas, de ellas el 55 por ciento son mujeres y el resto son hombres. En promedio, 8 de cada 10 niños, niñas y adolescentes desaparecidos son encontrados con vida. De cada 100 localizados, uno fue encontrado sin vida.
Las infancias están afectadas por la desaparición, ya sea porque son víctimas de ella, como lo refieren los datos arriba mencionados, o porque sus familiares o conocidos fueron desaparecidos.
“Debemos complejizar la desaparición de las infancias porque hay reclutamiento, trata, secuestros y factores expulsores. En estos casos no podemos hablar de una ausencia voluntaria, sino más bien de huida como estrategia de sobrevivencia”, dice el informe.
Desaparecidos en México, problema del pasado y del presente
En pequeños grupos y en forma simultánea en distintos puntos de México, familiares de algunos de los más de 100.000 desaparecidos en el país exigieron el martes que se apliquen las leyes y se busque a sus seres queridos.
Son “unas cifras realmente enormes” y reconocidas por el gobierno, dijo Guillermo Fernández Maldonado, representante de la oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que participó en una de las marchas de la capital.
Advirtió que “no es como en otras realidades que se habla del pasado, sino (que) son situaciones graves que siguen sucediendo cada día”.
El caso más conocido internacionalmente es el de los 43 estudiantes de magisterio desaparecidos en 2014 en el sur de México, pero son los perdidos a los que nadie busca y de los que sólo sus familias se acuerdan.
“Nos faltan 43 y nuestros hijos también”, gritaban en una de las protestas.
Las familias piden que se cumplan los protocolos de búsqueda desde las primeras horas, las más importantes para localizar a alguien, y piden mayor coordinación entre instituciones porque aunque el gobierno federal ha avanzado en temas de legislación y búsqueda, no siempre cuenta con el apoyo de los gobiernos estatales.
Las colectivos que apoyan a las víctimas también recordaron al gobierno que se necesitan más fondos para buscar a los suyos y para que avance el mecanismo extraordinario de identificación forense que acaba de comenzar en tres estados. También piden que se ponga en marcha cuanto antes el Banco Nacional de Datos Forenses que, por ley, ya debería estar funcionando.
Además de los desaparecidos, México tiene 52.000 personas no identificadas en fosas y morgues de todo el país.
Pié de página y AP
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