El gesto solidario de cortarse el pelo que comenzó en Irán
En Irán, España, en Turquía, en Estados Unidos, en Corea del Sur, en Alemania...En el mundo se ha repetido el gesto como muestra de solidaridad.
Las protestas globales para apoyar a las mujeres en Irán no se detienen, ni en las calles ni en las redes sociales. En una reciente iniciativa, más de 50 artistas de habla francesa publicaron un video en el que cortan un mechón de su cabello en solidaridad con el pueblo iraní.
El sencillo gesto de cortarse un mechón de cabello se ha convertido en el gran símbolo de unas protestas que tienen como objetivo denunciar la difícil situación que viven las mujeres en Irán. Y está mandando un poderoso mensaje al planeta de que la represión no podrá con la lucha global por la igualdad.
En Irán, España, en Turquía, en Estados Unidos, en Corea del Sur, en Alemania...En el mundo se ha repetido el gesto como muestra de solidaridad.
"Mahsa Amini era una joven de 22 años. El 13 de septiembre fue arrestada y maltratada por la Policía de la Moral hasta morir. Solo se le acusó de llevar el velo de manera inapropiada. Murió por haber mostrado algunos mechones de cabello. Desde la muerte de Mahsa, los iraníes, liderados por las mujeres, se manifiestan arriesgando sus vidas", es el mensaje que transmite el video.
El pasado martes 4 de octubre, durante el debate sobre las protestas en Irán, la europarlamentaria sueca Abir Al- Sahlani cortó su cabello en la sede del Parlamento en la ciudad francesa de Estrasburgo.
Por qué protestan
El uso político del cuerpo de las mujeres y del pañuelo musulmán tiene una larga historia. En el caso de Irán, el chador tradicional estuvo prohibido desde 1936 hasta la Revolución de 1979, que determinó la obligatoriedad del hiyab en todo el espacio público.
En ambas circunstancias, se trata de normativas vestimentarias dirigidas solo a una parte de la población, a la que se obliga a vestir o no vestir de una determinada manera y cuya razón de ser descansa en una misma concepción de los cuerpos de las mujeres sobre los que parece legítimo decidir y ejercer cualquier tipo de coerción y violencia.
Estas políticas restrictivas son especialmente duras para las mujeres, ya que no solo se traducen en rígidas normativas vestimentarias, sino también en otras que sancionan por ley la desigualdad entre hombres y mujeres.