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Ha sido restaurada la histórica “Casa Palmira” de Lázaro Cárdenas




Hoy la Casa o Finca Palmira ha sido restaurada y en los próximos días el gobierno Federal la entregará al Gobierno del Estado para Casa de Cultura, actividades deportivas, lúdicas, que fue la propuesta que entonces hicimos. En cuanto a otros edificios históricos, antes haríamos lo mismo para el rescate de la Estación del Tren que ahora es escuela de música, entre otros pendientes.


Hasta principios del siglo pasado, la hoy Avenida Palmira era solo una vereda en lo más alto la colina conocida como “Loma de Pérez”, localizada a lo largo y entre las barrancas de Amanalco y la de Santo Cristo; con la llegada de los primeros autos se abre una brecha de terracería y en los años treinta –al final de ese camino-. En 1931, Lázaro Cárdenas adquiere unos terrenos para su rancho al que bautizó como “Tinguindin”, y en 1933, dentro construye, su casa-granja a la que llamó “Palmira”. Es cuando sobre esa brecha se asfaltó una angosta carretera -que llegaba a la granja hoy Internado Palmira- con de canales de riego a ambos lados de la avenida, así estuvo hasta los años sesenta y es como la recuerdo por primera vez.


Palmira era un paraíso, con agua en abundancia que llegaba en esos canales, propicio para la siembra de caña de azúcar, arroz, plantaciones guayabos, naranjos, sidras, mandarinos, chicozapotes, mangos, limones y membrillos.


Aún quedan los restos de la “Casa Palmira”, la residencia de descanso del General Lázaro Cárdenas, una vieja casona de gruesos muros de tabique, madera y teja, con altos espacios y rodeada por una hermosa terraza, grandes y verdes jardines y una espectacular alberca; esa casa –entonces en ruinas- fue testigo del nacimiento de políticas que cambiaron la Historia de México.


La reja de entrada a ese rancho estaba en la primera glorieta de la Avenida Palmira donde se plantó una ceiba, hoy, junto al puente del Libramiento.


Cárdenas trajo de su tierra Michoacán a 21 familias de campesinos, entre ellas la de don Dolores -Lolo- Magdaleno con su esposa y sus pequeños hijos, a Francisco Magdaleno Vega -quien a los 14 años fue secretario de Cárdenas en ese rancho. A estas familias, Cárdenas les donó terrenos de 3 hectáreas -30 mil metros cada uno- en todo lo largo de esa entonces carretera rural, terrenos que con el tiempo se fueron vendiendo a nacionales y extranjeros. En los años sesenta se pavimentó con concreto hidráulico y en las siguientes dos décadas fueron surgiendo decenas de fraccionamientos como Las Garzas terreno que era del coronel Chapa, Jardines de Palmira; Bosques de Palmira, El Palmar, El Vergel y una quincena de privadas donde quedan pocas casas de esa época. A mediados de los ochenta el concreto de esa avenida se recubrió con una capa asfáltica.


Desde los años cuarenta, en toda la antigua Loma de Pérez esos campesinos sembraban caña de azúcar con financiamiento de Don Rodrigo Lavín González, esto para poder abastecer un trapiche de su propiedad que estaba ubicado al final de esa hoy avenida frente al hoy internado, trapiche productor de piloncillo que luego don Rodrigo reubicó frente a la que fue casa del Sha de Irán y ahí estuvo hasta los años sesenta donde ahora está la Glorieta Lázaro Cárdenas -la de la fuente- finalmente, el trapiche lo cambió a Jonacatepec.

La Avenida tomó el nombre de esa casa donde el presidente Cárdenas tomó la decisión de expulsar del país a su antecesor el ex presidente Plutarco Elías Calles –que también tenía su casa aquí en Cuernavaca- dando fin al periodo conocido como el maximato. En el kiosco de esa casa se concibió, planeó y redactó el decreto de expropiación todos los recursos del subsuelo, en especial el petróleo que el presidente Calles había concesionado a extranjeros, y la radical decisión de cerrar los casinos en el país, incluido el Casino de la Selva también en Cuernavaca de su compadre Don Manuel Suárez.


La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) entregó al gobierno municipal tres obras realizadas a través del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) en las que se invirtieron 106 millones de pesos (mdp) en colonias de alta marginación.


Los proyectos entregados contemplan la renovación de la casa de Lázaro Cárdenas y de la casa de la cultura en Finca Palmira; la intervención de un andador peatonal y de una cancha en la antigua estación de ferrocarril. Próximamente se entregará la renovación de una cancha en la calle Patios de Estación y la mejora del entorno en la estación ferroviaria.


Durante su visita a Cuernavaca, el titular de la Sedatu, Román Meyer Falcón, destacó los trabajos de restauración que se realizaron en la antigua casa del general Lázaro Cárdenas, que ahora es un centro cultural con un espacio recreativo en favor de las niñas, niños y jóvenes morelenses.


“No solamente estamos recuperando un inmueble histórico y emblemático en la vida política de México a principios del Siglo XX, sino que también lo equipamos con áreas recreativas con una alberca pública y una fosa de clavados”, explicó.



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