Un grupo de expertos del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, junto con especialistas de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y el Centro Médico ABC, han dado un importante paso en la lucha contra el cáncer de mama. Han logrado identificar biomarcadores que permitirán una detección temprana de esta enfermedad, que sigue siendo la principal causa de muerte entre las mujeres en México y el mundo.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, publicada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el 22 de agosto de 2024, entre 2020 y 2023 la prevalencia nacional de obesidad en adultos de 20 años o más fue del 37.1 % (41 % mujeres, 33 % hombres). El estudio también refiere que el grupo de 40 a 59 años fue el que presentó mayor prevalencia, del 44.6 %, comparado con menores de 40 años que fue del 33.1 % y de 60 años o más del 33.0 %.
El investigador Alejandro Zentella Dehesa señala que aunque México y Estados Unidos tienen la misma incidencia de cáncer de mama, en nuestro país el diagnóstico tardío duplica la cantidad de muertes.
Cada día, 12 mujeres pierden la vida debido a esta enfermedad, y en 2023 hubo más de ocho mil fallecimientos por cáncer de mama en el país.
Ante este panorama, el equipo multidisciplinario del Programa de Investigación en Cáncer de Mama (PICM) ha trabajado desde 2014 en el análisis biológico, molecular y genético de la enfermedad. Además, han desarrollado estudios para entender la relación entre el cáncer de mama y la obesidad, uno de los principales factores de riesgo en la población mexicana. De hecho, descubrieron que las células cancerosas en mujeres con obesidad se vuelven más agresivas.
Gracias a estos avances, se espera que la identificación de estos biomarcadores no solo ayude en diagnósticos más certeros, sino que también permita pronosticar la evolución de la enfermedad y la respuesta a tratamientos específicos. Además, ya están trabajando para que estas pruebas se puedan aplicar de manera estándar en los diagnósticos iniciales.
La detección temprana sigue siendo clave. Es por eso que se recomienda la autoexploración, los exámenes clínicos regulares y la mastografía anual, especialmente para mujeres mayores de 40 años.
Al final, lo más importante es que las mujeres tomen el control de su salud y adopten hábitos saludables, ya que una detección a tiempo puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.

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Durante este sexenio. La Fundación de Cáncer de Mama (Fucam) anunció que dejaría de brindar sus servicios gratuitos por no llegar a un acuerdo de colaboración con el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), ahora IMSS Bienestar.
En México una de cada ocho mujeres puede padecer cáncer de mama y nueve de cada 10 personas conoce a alguien que lo padece.
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