Por Alberto Aguirre Bajo contrato anual, obtenido por licitación pública, las casas encuestadoras BGC, de Ulises Beltrán, y Covarrubias y Asociados, de Andrés Levi, están a cargo de los estudios demoscópicos encargados por la Coordinación Nacional de Comunicación Social del INE sobre la imagen y el desempeño del organismo autónomo.
El “levantamiento telefónico coyuntural” reportado por GCE el pasado 20 de septiembre generó una impetuosa polémica por sus resultados y su costo. Sobre los objetivos del estudio —medir el nivel de confianza en el INE, indagar sobre el contenido y el grado de conocimiento acerca la iniciativa de reforma electoral y medir las percepciones sobre el uso del presupuesto del INE y de la magnitud del que se reparte a los partidos políticos—, poco se dijo. Del diseño del cuestionario o el procedimiento aplicado para seleccionar los números celulares, nada. Menos, sobre la pertinencia de utilizar marcado predictivo o levantar los cuestionarios mediante un CATI. Desde Palacio Nacional y la dirigencia nacional de Morena surgió el reto de aplicar una nueva encuesta, para registrar con nitidez —ahora sí— la opinión pública sobre la reforma electoral propuesta por la Cuarta Transformación. El termómetro de la democracia es una medición que la UNAM ha abierto en línea, a todos aquellos interesados en participar en el debate sobre la reforma electoral. Los encuestados deben responder una veintena de cuestionamientos, sin mayor filtro o limitante. Enseguida se reproduce el cuestionario, en la secuencia planteada originalmente por sus autores: ¿La reforma electoral que propone AMLO debilita o fortalece nuestra democracia? ¿En quién confías más para promover la democracia en México: en los consejeros electorales, en los partidos políticos, en el presidente López Obrador, en la propia comunidad o en los jueces? ¿Recortar el presupuesto del INE y reducir el número de diputados y senadores fortalecerá o debilitará la democracia? La encuesta es digital y está siendo levantada por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, cuyo director es el investigador John Ackerman. El módulo 5.1 plantea a los respondientes expresar su sentimiento actual sobre la democracia en México, la situación económica del país, la sociedad mexicana, la Cuarta Transformación y la seguridad en México. Las opciones —ilustradas con emojis— son: esperanza, confianza, incertidumbre, indiferencia, angustia, enojo o no sé. Ackerman —exconsejero de Morena y ex comentarista político en distintos medios del Sistema Público de Radiodifusión— figura entre los principales promotores del debate sobre la reforma electoral. Ayer mismo, participó en la cátedra extraordinaria de derecho en el instituto de estudios superiores de la Ciudad de México Rosario Castellanos. Alejado de la dirigencia nacional de Morena, el investigador universitario y el exconsejero del IFE, Jaime Cárdenas Gracia, han defendido la pertinencia de la iniciativa para modificar la composición de los órganos legislativos y depurar los órganos electorales.
Efectos secundarios PROPUESTA. Avanzar con celeridad en una transición energética justa y ajustar las metas que el gobierno federal se comprometerá a cumplir en el marco del Acuerdo de París, son las propuestas que la Iniciativa Climática de México —especializada en la construcción de políticas públicas— pone a disposición de la Cuarta Transformación, en el arranque de la COP 27.
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