Desde un compromiso con el contexto histórico que vive, Mario Nava, crea piezas que denuncian la cultura actual que ha derivado en la emancipación de íconos estructurales.
Imaginarios heredados de la cultura occidental, reflexiones adyacentes al realismo expresivo. “Mi espíritu, mi alma, en una palabra mi cosmovisión, es lo que refleja mi obra". Es así como el artista crea a partir de lo que observa.
El arte contemporáneo da cabida a una multitud de formatos y es ahí donde se inscribe la obra de Nava, multifacético y multidisciplinario. Quien desde pequeño mostró una inclinación, y sobre todo por la pintura oficio que ha perdido protagonismo en los últimos tiempos.
Mario materializa sus pensamientos más íntimos en piezas que enfrentan al espectador con aquello que cargan en lo más recóndito del subconsciente. El artista experimenta con formatos y temas, teniendo como resultado un cuerpo de obra tan mediático como él mismo.
"El arte me ha dado las mejores recompensas que son desde la sonrisa de mi madre, hasta el reconocimiento más humilde y sincero de una señora la tercera edad que se emocionó tanto al comentar conmigo con mi obra y que me obsequió algunos de los dulces que traía en la canasta de su venta,” dijo el artista.
Mario Nava está exponiendo parte de su obra en el Club Piso 51 de la Torre Mayor. Inscrito en el eclecticismo, muchas de sus obras nos remiten al pop. La exposición se conforma de fotografía, escultura y piezas experimentales y está apadrinada por Sebastián, reconocido escultor mexicano.
El artista se describe a si mismo como: "Creador de nuevas realidades que describen los conflictos de la naturaleza humana desde mi perspectiva, con propuestas visuales cargadas de color y el elementos".