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Documental: Despojo y resistencia en Xochimilco

Desde el pasado para salvar el presente ¿cómo fue vivir hace cincuenta años en un pueblo chinampero de Xochimilco?


Mientras escuchaba las historias de su abuela a Karla Manzanares, comunicóloga y fotógrafa, se le ocurrió documentar esos relatos, no solo de su abuela sino de todo aquel que quisiera compartir sus recuerdos. La primera pregunta ¿cómo fue vivir hace cincuenta años en un pueblo chinampero de Xochimilco?


Karla y su abuela son de San Gregorio Atlapulco es uno de los pueblos originarios de Xochimilco. Karla es chicuarote "en el pueblo hay un chile que le dicen chicuarote así nos dicen a las a las personas que somos de ahí". Karla quiere dejar memoria viva de lo que es u pueblo chinampero; "La idea de identidad está fracturada y un lugar como Xochimilco todavía tiene ese arraigo cultural. Atlapuclo es un lugar donde todavía se cultiva la tierra se respeta la cultura. La forma que he encontrado de hacer algo por mi comunidad es documentar y transmitir, sobre todo a niños y jóvenes que somos los que podemos reconstruir el país a través de las enseñanzas de los adultos mayores." Comenta Karla en una entrevista. Y añade "O hacemos algo ahorita porque debimos haberlo hecho hace mucho o solo vamos a tener una memoria histórica".





La investigación de Karla ha derivado en un libro y un documental. El libro Atlapulco - donde se pierde el agua. Un documento fotográfico que trasluce el amor de la autora por su tierra: En 1942, a Xochimilco le llamaban la Venecia de América. Entrar a uno de sus canales en una trajinera era conocer el jardín del paraíso con sus chinampas verdes, sus ahuejotes y su agua clara. Fotos conmovedoras acompañadas de historias muy reales; "una forma muy bonita de generar conciencia".


Y el documental Memoria, despojo y resistencia en Xochimilco que realizó Karla junto con la Dra. Gisela Landázuri con el apoyo de la UAM:


Min 16 el documental:



Problemáticas que enfrentan los pueblos chinamperos


Hoy Atlapuclo y todos los pueblos chinamperos de su alrededor están amenazados por diversas causas: La principal problemática a la que se enfrentan en la actualidad es lo relacionado con el agua, tanto la escasez como la mala calidad para el riego. El uso de plásticos, como las charolas de germinación, las cubiertas de invernaderos o los acolchados plásticos contaminan el agua y la tierra, y modifican el paisaje.


El crecimiento urbano y la expansión de las ciudades han llevado a la urbanización de áreas que anteriormente eran utilizadas para la chinampa. Las variaciones en el clima, como lluvias intensas o sequías prolongadas, pueden afectar negativamente la productividad de las chinampas.

A pesar de su importancia cultural, la agricultura en las chinampas puede ser una actividad económica desafiante. La competencia con métodos agrícolas modernos, la fluctuación de precios de los productos y la falta de acceso a recursos y tecnologías actualizadas son desafíos para la sostenibilidad económica de los chinamperos.


La presión de la modernización y la globalización también afecta la preservación de las prácticas culturales y tradicionales asociadas con la chinampa. La pérdida de conocimientos y técnicas agrícolas tradicionales es una preocupación en comunidades chinamperas.



Karla Manzanares

“Sólo se cuida lo que se quiere y sólo se quiere lo que se conoce
José Pedro Uribe

Zona chinanmpera


La importancia de las chinampas de este pueblo es patente por la vigencia de su vocación; en la actualidad aún se destinan para cultivar hortalizas y plantas de ornato, y no como un mero atractivo turístico. De acuerdo con datos de 2016, la zona chinampera tenía una extensión de 484.1 hectáreas.

Los habitantes originarios cultivan la tierra; algunos de ellos se han dedicado toda su vida a esa labor y otros, después de trabajar en alguna actividad terciaria o profesional, regresan a sembrar una vez jubilados. Así pues, la chinampa representa trabajo y pertenencia, que se ven reflejados en los pequeños y grandes núcleos familiares.


Atlapulco


La palabra náhuatl atlapulco se traduce como “donde el agua revolotea” o en “las tierras del barro”. Los asentamientos comenzaron en el Preclásico Superior. Los primeros habitantes probablemente incluían tanto grupos relacionados con los pueblos teotihuacanos como pueblos nómadas. Los xochimilcas acabaron por desplazarlos y la zona quedó bajo su control. En 1430 cayeron bajo el control de Tenochtitlán. En el Códice Mendocino de mediados del siglo XVI se incluye un glifo que representa a Atlapulco.


"Teníamos patitos nos iban siguiendo atrás de la canoa... y había unos pescados que nos venían siguiendo. Harto pescado, fue muy bonito". Recuerdan en el documental

Anitzel Díaz


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