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Refugiados ucranianos esperan acciones de EUA en México

En Iztapalapa, en el parque Francisco I. Madero, unos 500 refugiados ucranianos esperan en grandes carpas bajo un sol abrasador a que el gobierno de Estados Unidos les diga que pueden entrar.


El campamento sólo lleva abierto una semana y cada día llegan entre 50 y 100 personas. Algunos ya han estado en la frontera de Estados Unidos en Tijuana, donde les dijeron que ya no podrían pasar. Otros llegaron a aeropuertos en Ciudad de México o Cancún, a cualquier lugar para el que pudieran conseguir un pasaje desde Europa. El gobierno de Estados Unidos anunció el programa Unión para Ucrania el 21 de abril. Cuatro días después, los ucranianos que llegaban a la frontera entre Estados Unidos y México dejaron de verse exentos de la norma asociada a la pandemia que se ha utilizado en los dos últimos años para devolver con rapidez a migrantes sin siquiera oportunidad de pedir asilo.

En lugar de eso, tendrían que aplicar al programa desde Europa u otros países como México. Pueden optar personas que estuvieran en Ucrania el 11 de febrero, tengan una persona u organización de apoyo en Estados Unidos, cumplan los objetivos de vacunación y otros aspectos de salud pública y pasen revisiones de antecedentes.

Polo dijo que las autoridades del gobierno le habían dicho que los trámites debían tomar una semana, pero parecía que el proceso apenas comenzaba. Algunos de los primeros en llegar habían recibido emails del gobierno estadounidense para confirmar que se habían recibido sus documentos y los de sus patrocinadores, pero Polo no había tenido noticia de que alguna de esas personas y organizaciones de apoyo hubiera recibido autorización por el momento.

“Estas personas no pueden quedarse en este campo, porque es temporal”, dijo Polo. Más de 100 de los residentes del campamento son niños.

Casi 5,5 millones de ucranianos, en su mayoría mujeres y niños, han huido de Ucrania desde que Rusia invadió su país vecino el 24 de febrero, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

Cuando el gobierno de Estados Unidos anunció a finales de marzo que aceptaría hasta 100.000 refugiados ucranianos, cientos de personas empezaron a llegar a diario a Ciudad de México o Cancún como turistas y volaban a Tijuana, donde esperaban apenas unos días -y en un momento dado, unas horas- hasta ser admitidos en Estados Unidos en un paso fronterizo de San Diego por una exención humanitaria.


AP

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