Para los Juegos Olímpicos de París 2024, el bailarín, coreógrafo y fotógrafo Mathieu Forget ha invitado a los atletas a bailar con él para crear una serie de fotografías asombrosas en lugares culturales emblemáticos de Francia. A través de estas imágenes que desafían la gravedad, Forget ha logrado convertir la fotografía en un arte olímpico, fusionando la gracia del movimiento con la majestuosidad de los escenarios históricos franceses.
Mi abuelo decía que un artista es aquel que sublima su talento para elevarlo al nivel del arte. Esto es lo que han hecho Roger Federer y Rafael Nadal por el tenis, o Yannick Alléno por la cocina. Son personas que destacan en sus disciplinas y las hacen fáciles, luminosas y aireadas. Los grandes artistas tienen el mismo rigor que los deportistas: horas de trabajo, sacrificio, organización... MF
Mathieu Forget, conocido como "El hombre volador", parece estar eternamente suspendido entre el cielo y la tierra. Es un artista polifacético, bailarín, fotógrafo y director de arte, famoso por dar vida a imágenes surrealistas. En su colaboración con París 2024, este ex deportista de alto nivel desafía las leyes de la gravedad para conocer a los atletas y los lugares que marcarán la historia de los Juegos Olímpicos. Bailó tango con una tenista, jugó balonmano en el Museo de Arte Moderno de París representó el esgrima con Enzo Lefort en el Petit Palais de París, siempre subrayando los valores comunes compartidos entre el deporte y las artes.
Desafiando fronteras entre la danza, la coreografía y la fotografía, su obra se distingue por su habilidad para capturar momentos en los que el cuerpo humano parece rompe las leyes de la física, suspendido en el aire con una gracia casi sobrenatural invitando al espectador a una experiencia visual y emocional que trasciende lo convencional.
Hijo del tenista francés Guy Forget, Mathieu también estuvo a punto de convertirse en tenista. Hoy es un maestro en la integración de la danza y la fotografía. Su formación como bailarín y coreógrafo le permite entender el movimiento de una manera íntima y precisa. Esta comprensión se traduce en su habilidad para capturar la esencia de un salto, un giro o una caída, congelando en el tiempo instantes que transmiten una sensación de movimiento perpetuo. Cada fotografía es una coreografía en sí misma, donde el espacio y el tiempo se suspenden para revelar la belleza efímera del momento.
Una de las características más destacadas de la obra de Forget es su aparente dominio sobre la gravedad. Sus sujetos, ya sean él mismo o los atletas con los que colabora, parecen flotar en el aire, desafiando las limitaciones físicas del cuerpo humano. Esta ilusión no solo es un testimonio de la destreza técnica de Forget, sino también de su visión artística. La gravedad se convierte en su lienzo, sobre el cual pinta con el movimiento y la luz.
Su obra es un testimonio de la capacidad del arte para desafiar las convenciones y expandir las fronteras de lo posible. En el contexto de los Juegos Olímpicos de París 2024, su obra adquiere una dimensión aún más profunda, al celebrar tanto la excelencia atlética como el patrimonio cultural de Francia.
Anitzel Díaz
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