A Dolores le rompieron la cara en el metro. La nariz le sangró y se le abrió una herida en la frente. Una mochila cargada de frustración en ira directo al rostro.
Esa mujer a la que habían dejado con dos hijos adolescentes que debía limpiar casas a los sesenta años, que cargaba con culpas y deseos regresó el golpe y fue a dar al ministerio público.
No hubieras regresado el golpe Lola, le dijo la abogada, una de sus patronas. Le hubieras sacado un dinero.
No pude no regresar el golpe, fue mucho el coraje, uno es decente y no hace daño a nadie. Uno tiene que trabajar, uno hace más de hora y media de trayecto al primer trabajo del día. Uno necesita el dinero.
Estábamos todas tratando de entrar al mismo tiempo que todas trataban de salir. Pasa diario, en segundos en donde cientos tienen que entrar y salir al mismo tiempo. Las puertas te aplastan, te dan de codazos, te roban tus cosas. No lo vi venir cuando se cerraron las puertas me dio en la cara. Una mujer grande, joven. Roja de coraje me dio. Agarré mi mochila y le regresé los golpes, apenas cabíamos. Nadie hizo nada. Solo cuando llegó el oficial alguien dijo. Ella no hizo nada (Dolores) la otra le dio.
Se las llevaron a las dos. En el ministerio Dolores no sabe que pasó, pero hicieron que la grandota le pidiera perdón. Es una señora de la tercera edad le dijeron. "Por una vez me dio gusto que me dijeran anciana, ni me curaron. Llegué como mapache a mi casa, susto que le pegué a mis hijos. Cuando salía del ministerio me dijeron; tiene suerte, la semana pasada mataron a una señora, le dieron mal en la cabeza. Son agresivas las mujeres, más que los hombres. Hoy una señora está muerta y la agresora va a pasar el resto de su vida en la cárcel", cuenta entre lágrimas Dolores.
La función de los vagones para mujeres
En el transporte colectivo Metro de la Ciudad de México se implementó, en el 2002, la incorporación de dos vagones exclusivos para mujeres en cada tren. En estos vagones solamente pueden ascender mujeres y niños menores de 12 años, no se le permite el abordaje a ningún hombre.
Debido a los altos índices de acoso sexual hacia mujeres, el STC Metro decidió hacer la separación de vagones los primeros están destinados para que únicamente mujeres viajen en ellos, seguidos por los mixtos en donde tanto hombres como féminas pueden hacer uso de estos furgones.
“El Gobierno ha adoptado medidas en el Metro como una separación de algunos vagones con el fin de servir a un uso exclusivo para mujeres, por algunas horas del día para hacer más tolerable su desplazamiento, en el ideal sería más que suficiente, pero en la práctica no ha resultado muy eficaz” Ignacio Duran Solís autor de la tesis “La violencia en el Metro de la Ciudad de México hacia mujeres jóvenes y la restricción de las experiencias espaciales”.
Las mujeres son más agresivas
En la tesis se expone que esta medida habría resultado insuficiente debido a la alta demanda de mujeres que busca viajar en estos vagones.
Se detectó que algunas usuarias se muestran más agresivas que los hombres pues son más intolerantes al roce de cuerpo a cuerpo provocado por empujones debido a la alta demanda de usuarios de este sistema de transporte, situación que algunas mujeres lo consideran como un “desafío”.
“En muchos casos las usuarias agresoras tienen ya una respuesta a la defensiva de manera agresiva, los insultos son de los más comunes. Con estos insultos la mujer joven se siente intimidada, siente temor a ser golpeada. Cabe señalar que la intención de las agresoras no solo es el de intimidar, sino que además es del de tratar de tener un poco más de libertad espacial, esta fue la deducción después de observar cómo a mujeres que estaban alrededor de la agresora trataron de alejarse de ella”.
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De acuerdo con la ONU, poco más del 95% de las mujeres en México fueron acosadas sexualmente en el transporte público durante el 2022, y los informes de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México muestran que del 2019 al 2022 existieron 1,165 denuncias de violencia sexual tan solo en el interior del metro, esto sin contar todos los casos que no se denuncian, puesto que el 64% de los casos de abuso sexual en estas circunstancias.
De acuerdo al INEGI y la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), las formas de violencia reportadas con más frecuencia fueron piropos o frases ofensivas (74%), tocamientos o manoseos sin consentimiento (58%), sentir miedo de ser atacadas o abusadas (14%).
Anitzel Díaz
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