Manuel Ajenjo
Fue el pasado domingo 19 de enero por la madrugada, a seis kilómetros del centro de Culiacán, Sinaloa, cuando un comando armado intentó robar el automóvil en el que viajaba la familia Sarmiento Ruiz. Antonio de Jesús, de 41 años, el padre de familia que conducía el vehículo intentó esquivar a los maleantes para evitar el robo. En respuesta los atracadores dispararon repetidas veces al interior del coche, asesinando, de inmediato, al conductor y dejando heridos a sus hijos Gael, de 12 años, quien murió poco después en el Hospital Pediátrico, y Alexander, quien luego de una operación larga y compleja, murió horas más tarde en terapia intensiva. Con ellos viajaba un primo, Adolfo de 17 años, quien fue atendido en el hospital del ISSSTE. Fue reportado estable.
El general de brigada, Óscar Rentería, secretario de Seguridad estatal, compareció ante el Congreso del Estado, donde fue cuestionado sobre las medidas que se tomarán para que no vuelva a ocurrir otra tragedia como la de la familia asesinada. Dijo: “los vehículo con los vidrios polarizados, nos dificulta a nosotros, la autoridad, ver quién se va transportando en ese vehículo; del otro lado están los delincuentes que pueden confundir ese propio vehículo. Nosotros vamos a empezar una campaña, para ir retirando los vidrios polarizados”. El general de brigada Rentería, apenas lleva un mes en su fusión lo que significa que no es necesario estar mucho tiempo en un cargo público para decir pendejadas.
Sin dejar de sentir respeto y solidaridad ante la desdicha de una familia, pido permiso a la opinión pública para inscribir la declaración de Rentería en el catálogo de frases surrealistas emitidas por políticos mexicanos, entre las que se encuentran las que a continuación reproduzco con su correspondiente creador:
“Estamos trabajando las 24 horas del día y parte de la noche”, Sócrates Rizzo, sobre las obras en Nuevo León. “Si es mi voz pero no soy yo”, Mario Marín “el Gober precioso” al referirse a una conversación grabada con Kamel Nacif. “A este señor le faltó lo que a mí me sobra: ovarios”, Xóchitl Gálvez, al referirse a la lucha del gobernador priista de Nuevo León, Rodrigo Medina, contra la delincuencia. “No traigo cash”, Ernesto Zedillo a una vendedora indígena. “Me dan a la hermana de usted”, líder sindical Leonardo Rodríguez Alcaine al contestarle a un reportero que le preguntó si en Los Pinos le daban línea.
En principio mi idea era la de hacer un Top Ten con las frases más significativas. Muy pronto me di cuenta que la tarea era más difícil que para Donald Trump peinarse todas las mañanas; así que decidí elegir cinco frases de manera aleatoria del grueso Libro de Oro de los dislates políticos. Tan sólo Vicente Fox, ocupa un capítulo completo.
Las lectoras asiduas y los lectores frecuentes a esta columna saben que su autor es adicto a las disgregaciones pero también saben que tarde o temprano regresa al tema central.
Al referirse a la tragedia de la familia Sarmiento Ruiz, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, expresó: “Lo más lamentable, yo, sinceramente, me enternece mucho, mucho, eso de los niños y el papá, la señora sin sus seres queridos” (Sic que derrama ternura).
La violencia desatada en Sinaloa luego de la entrega del Mayo Zambada a las autoridades de EU, de la cual, por cierto, el gobernador no ha dado una explicación satisfactoria, ya hizo crisis entre la población. Por esta razón la ciudadanía de Culiacán, el día del entierro de los dos menores inmolados, se unió a familiares y amigos de las víctimas para manifestarse y proclamar “Con los niños no”. Los manifestantes pidieron una reunión con el gobernador que éste no concedió. La multitud se retiró con el grito unánime de ¡cobarde! ¡cobarde!
El sábado y el domingo pasados, la sociedad culiacanense volvió a concentrase para exigir: ¡Queremos paz! También hubo gritos de ¡Fuera Rocha!
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