Ubicada en Teuchtitlán, Jalisco, la Hacienda Labor de Rivera ha albergado a distintos personajes de la historia de México, como Francisco de Bobadilla, Francisco Narváez y Nicolás Rivera, además de ser conocida por su producción de azúcar y tequila durante la Revolución Mexicana.
Con árboles centenarios, un lago y una estructura marcada por sus arcos, muros, Labor de Rivera se convirtió en un destino ideal para los turistas que buscan salir de su rutina y aprender de la historia de México.
La antigua hacienda fue transformada y actualmente es un lujoso hotel con diversas actividades como remo en kayak, equitación, equino-terapias, crianza de caballos para la charrería, además de contar con un lienzo charro, catas de tequila, una sala de lectura y paseos en bicicletas de montaña.
Zona Arqueológica Guachimontones
A escasos minutos de la Hacienda Labor de Rivera, se encuentra la Zona Arqueológica Guachimontones, conocida por su peculiar estilo arquitectónico, compuesto por una pirámide central, un patio circular elevado y una banqueta circular que rodea el patio, además de doce plataformas rectangulares, criptas funerarias subterráneas y una cancha para juego de pelota.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la cronología de la zona abarca desde el año 100 a. C. al 450 d. C., con reocupaciones durante el periodo clásico tardío y el posclásico.
En la década de 1960 fue cuando el arqueólogo Phil Weigand y su esposa Acelia García encontraron un taller de obsidiana que los llevo hasta Guachimontones, sin embargo, los trabajos de restauración en la zona arqueológica comenzaron a finales de la década de 1990.
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