Crimen organizado sembró el terror en Baja California, Chihuahua, Jalisco, Guanajuato y Michoacán.
El último incidente fue en Zitácuaro, Michoacán, un grupo de sujetos armados incendió y atacó a balazos una estación de gasolina para posteriormente darse a la fuga.
Trabajadores de la gasolinera se encontraban despachando a un cliente cuando presuntos delincuentes le prendieron fuego a una bomba despachadora y una unidad automotriz particular.
Bomberos municipales llegaron a la gasolinera para sofocar el incendio y evitar que las llamas se extendieran por el lugar ubicado sobre la carretera Zitácuaro- Morelia.
El martes en los límites de Jalisco y Guanajuato. Esa noche, los militares respondieron a un reporte anónimo sobre la supuesta reunión de dos líderes criminales: Ricardo Ruiz Velazco, “El Doble R”, cabecilla del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el Occidente y el Bajío y Gerardo González Ramírez “El Apá”, jefe de la plaza que se encuentra en los límites de Jalisco y Zacatecas.
El jueves 11 de agosto la situación de violencia en el país se agravó, pero esta vez en Chihuahua donde una riña en el Cereso 3 de Ciudad Juárez entre “Los Chapos” y “Los Mexicles”, desató una ola de violencia que se extendió a las afueras del penal y resultó en la muerte de 11 personas así como la quema de autos, Oxxos, negocios locales, tiroteos y bloqueos viales.
Andes Manuel López Obrador, reconoció que estas bandas se metieron con gente civil e inocente que nada tenían que ver con el crimen organizado.
El viernes llegaron a Ciudad Juárez 300 elementos del Ejército para reforzar la seguridad.
Además esa noche, el estado de Baja California fue golpeado por una ola de incendios provocados, que causó la quema de casi 30 vehículos y el bloqueo de carreteras.
La madrugada del domingo se registraron otros cuatro casos de vehículos incendiados en Baja California, tres en Rosarito y uno en Tijuana, a pesar de la presencia de 350 elementos del Ejército y de la Guardia Nacional.
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