Manuel Ajenjo
Sólo de pensar que Donald Trump, el siniestro magnate anaranjado —nada que ver con fosfo fosfo— gane la elección del próximo 5 de noviembre se ponen los pelos de punta. Para hacer esta afirmación basta con leer el artículo titulado “¿Hasta dónde llegaría Trump?, publicado por la revista Time de la semana pasada, misma que trae en la portada la imagen del expresidente que piensa llegar por segunda vez a la Casa Blanca y que amenaza al mundo con su retórica neofascista: “Los inmigrantes envenenan la sangre de nuestro país”.
El mencionado artículo está basado en las ideas y comentarios que el periodista Eric Cortellessa, obtuvo del candidato republicano durante una charla de más de una hora en su mansión —obviamente de Trump— en Palm Beach, Florida.
El periodista aludido se propuso saber de primera mano lo que haría Trump si gana su segundo mandato. He aquí algunas de las ideas y pretensiones que el magnate anaranjado tiene para hacer una presidencia imperial que remodelaría a Estados Unidos y su papel en el mundo.
Piensa llevar a cabo una operación de deportación diseñada para sacar a más de 11 millones de personas del país. Trump, le dijo al periodista, que está dispuesto a construir campos de concentración de inmigrantes y desplegar el ejército estadounidense tanto en la frontera como en el interior.
Está sopesando indultar a todos sus seguidores acusados de atacar el Capitolio de Washington el 6 de enero del 2021 —a los que llama Patriotas J6, son más de 800 que se han declarados culpables o han sido condenados por un jurado.
Podría no acudir en ayuda de algún aliado atacado en Europa o Asia si juzga que ese país no está pagando lo suficiente para su propia defensa.
Trump le dijo a Cortellessa haber identificado un error crucial de su primer mandato: fue demasiado amable. En un segundo mandato, la influencia de Trump en la democracia estadounidense se extendería mucho más allá de los poderes del perdón para sus partidarios presos. Sus aliados están sentando las bases para reestructurar la presidencia de acuerdo con una doctrina llamada “teoría ejecutiva unitaria”, que sostiene que muchas de las limitaciones impuestas a la Casa Blanca por los legisladores y por los tribunales deberían eliminarse a favor de un comandante en jefe más poderoso.
De lo anterior se deduce que Donald Trump entraría a su segundo mandato respaldado por un gabinete de leales que han elaborado planes detallados al servicio de su agenda, lo que concentraría los poderes del Estado en manos de un hombre cuyo apetito por el poder parece insaciable.
La mencionada revista con Trump en la portada y la inscripción If He Wins (en español: Si gana) empezó a circular el sábado 4 de mayo, el martes siguiente, por primera y sorprendente vez subió al estrado en el juicio que se lleva a cabo en Nueva York contra el expresidente, Stephanie Cliffords, cuyo nombre artístico es Stormy Daniels, exestrella del cine porno (¿mereactriz?) quien testificó, con lujo de detalles, su presunto encuentro sexual no deseado con Trump en 2006. Encuentro que el empresario quiso silenciar cuando era candidato republicano en 2016, y por medio de su abogado personal Michel Cohen, le pagó 130,000 dólares a la actriz. Para los fiscales de Nueva York, esto fue un intento de “influir ilegalmente” en las elecciones del 2016.
Como el juicio está centrado en 34 falsificaciones de documentos de registros comerciales realizadas por el magnate, el testimonio de Stormy sorprendió a la defensa y trajo a la mente historias de otras mujeres que, en el mismo tribunal, han testificado que fueron violadas o agredidas sexualmente por Trump lo que puede ser perjudicial para su causa.
Si Trump es declarado culpable, sus abogados podrían apelar el fallo del juez Merchan, este proceso puede llevarse años. Probablemente esta misma semana Stephanie Cliffords, vuelva al estrado. ¡Sólo Stormy podrá salvarnos!
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