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Los colores de la lucha feminista en México

Actualizado: 6 mar

El blanco siempre espera, el rojo que reconforta, el verde que es vida, el azul que ilumina, el naranja que recuerda, el morado constante. El color como recuerdo, como herida abierta, como símbolo de esperanza. La pausa que continúa...


MORADO


La Glorieta de Colón fue tomada el 25 de septiembre de 2021 por madres de víctimas de feminicidio y de desaparición, como un lugar de memoria y para recordarle al Estado su omisión ante estos crímenes.


Hoy la Glorieta de las Mujeres que Luchan es eso, el símbolo de la lucha que continúa.


“Nosotras mantendremos nuestro resguardo del espacio, de por sí, nosotras ya habíamos decidido comenzar una serie de actividades como una forma de rescatar ese derecho que tenemos a la ciudad y a una vida libre de violencia”.





Un grito blanco



Increíble que una semana antes de que se desatara la crisis del coronavirus marcháramos miles de mujeres no solo en el centro de la Ciudad de México; en todo el mundo. El eco de: “Señor señora No sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente; no somos una no somos cien…; somos el grito de las que ya no están” sigue resonando. Se dijo fueron diez mil, se dijo fueron más de cien mil. Fuimos las que fuimos y fuimos muchas. Fuimos todas. Ni una asesinada más. Por favor.






Una pausa azul


Una semana después todo se volvió silencio. El eco se fue diluyendo en otras noticias. ¿Más inmediatas? ¿Más urgentes? Se puso pausa, seguimos en pausa. La parte invisible se evidenció. La violencia de género dentro casa se exponenció.


Lo que queda impreso, casi siempre en la memoria, en el colectivo, son las cifras, las palabras, las imágenes, los símbolos. Quedan metros y metros de hilo carmesí, un gran listón morado en el Iztaccíhuatl, un monumento frente a Bellas Artes, cientos de zapatos rojos desperdigados, una foto con nombres trazados en el Zócalo. Murales, glitter. Una canción. Y siempre más cifras.







Un zapato rojo (o miles)



¿Qué representa un zapato? para Elina Chauvet la ausencia un “aquí estoy, no tengo miedo”. Un zapato como reafirmación de una idea. La huella, en la sociedad, de lo que habita.


En el 2009, Elina Chauvet, nacida en Chihuahua crea la instalación Zapatos Rojos a partir de una experiencia personal y la desaparición de cientos de mujeres en Ciudad Juárez. Es a través de la visibilidad del objeto que Chauvet ilumina el vacío dejado por madres, hijas, hermanas, esposas. El rojo acentúa: pide ser mirado; hace que el zapato que alguna vez representó la vida sea ahora un testamento de la portadora. Lo mismo que una declaración de dolor. Lo mismo que una protesta.



Los Zapatos Rojos levantan la voz sobre la violencia de género, no solo en México sino en el mundo.










Un lazo lila



“Desde la naturaleza y desde lo alto, alzamos la voz y nos unimos al grito de BASTA DE VIOLENCIA DE GÉNERO, porque no hay excusas para el maltrato, porque todas somos una, juntas somos más fuertes, queremos ser libres y vivir sin miedo”. Fue el mensaje que acompañó un gran lazo lila que un grupo de montañistas puso sobre la nieve del Iztaccíhuatl el pasado ocho de marzo.







Un hilo carmesí



Sangre de mi sangre, iniciativa artística que implicó el trabajo de decenas de personas, quienes por más de dos meses hilaron un tejido que simboliza la sangre derramada por los feminicidios y las desapariciones en Jalisco. Más de 70 m2 de estambre color rojo.











Una escultura de colores


Después de la marcha, varias esculturas de Javier Marín resultaron “intervenidas” el autor declaró que espera que su escultura de Francisco I. Madero se mantenga pintada como testimonio de la protesta histórica.






Unas letras blancas


Alrededor de 3,200 nombres de mujeres quedaron plasmados, en la plancha del Zócalo en la CDMX, las cuales han sido asesinadas y desaparecidas desde 2016 a la fecha. Una lucha más contra el olvido.


El colectivo lo conforman mujeres junto con sus hijas, ese día, el 8M una niña de cuatro años rellenaba letras con ayuda de su madre.







Un mural en pasteles


Decidí que la pared de mi negocio fuera voz con arte, lo llamamos “SOMOS LA VOZ DE LAS QUE YA NO ESTÁN” cuenta Elvia Félix de Tijuana.



“Cada camino, lugar y ritmo, se convierte también en una experiencia de gozo y de satisfacción porque nos permite afirmarnos como actoras, como protagonistas y nos hace sentir fuerza y ánimos para seguir avanzando”.






Un monumento morado (antimonumenta)



7 marzo 2019. Con velas y veladoras encendidas feministas, organizaciones no gubernamentales, sociales, trabajadoras, estudiantes, madres y mujeres alzan la voz en busca de la equidad de género con el levantamiento frente al Sears de Bellas Artes.



8 marzo. Se siembra un símbolo de venus color rosado donde se lee:
 En México 9 mujeres son asesinadas al día ¡Ni Una Más!






Un canto rosa


Por todas las compas marchando en Reforma


Por todas las morras peleando en Sonora


Por las comandantas luchando por Chiapas



Que resuene fuerte nos queremos vivas… suena Vivir Quintana.









Un pañuelo verde


La sociedad quiere ser escuchada, y toma prestada la voz del arte. Es el cambio social que deviene del presente, el que derrama su influencia sobre los artistas y lo que producen. Al mismo tiempo el arte puede provocar ese cambio; puede abrir los ojos e instaurar una memoria colectiva.









Cifras negras


Hoy mientras hacía esta nota, estas eran las cifras.




México rompió cifra histórica de mujeres asesinadas por homicidio doloso en el 2022.

Debanhi Escobar y Yolanda Martínez, en Nuevo León; Ariadna Fernanda, en Ciudad de México (CDMX) y Luz Raquel, en Jalisco fueron algunos de los casos cuyo impacto mediático volvió a evidenciar la brutal agresión en contra de las mujeres en México que amenaza a adultas, adolescentes y niñas día a día.


De acuerdo con del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en los 12 meses del 2022 sumaron 3 mil 754 muertes de mujeres, de las cuales sólo 947 (es decir el 33.7%) se investigaron como feminicidios - los cuales son abordados como “presuntos” ante la falta de resolución -, mientras que el resto se considera por homicidio doloso.


Durante el confinamiento por la pandemia del Covid-19, los feminicidios se han disparado en 17 estados del país, en comparación con la incidencia registrada en el mismo periodo del 2019. En más de la mitad de las entidades de México el número de víctimas se incrementó hasta en un 700 por ciento.


En 2021 se había reportado la cifra mas alta de feminicidios en México desde que comenzaron los registros en 2015 con más de 1,000 casos.


Un 2.66% más que en 2020, reflejan la acuciante violencia machista en un país criticado por no atender la inseguridad que padecen las mujeres y por una elevada impunidad en la mayoría de delitos. El País








Un cuadro de colores


Tras la toma de las instalaciones de la CNDH, una pintura fue intervenida por la hija de Erika Martínez, una pequeña de 10 años víctima de abuso, de quien su agresor permanece en libertad.







Un altar naranja


En Puebla la ofrenda recuerda la memoria de 96 mujeres asesinadas entre 2013 y 2018.

“El feminicidio de niñas y mujeres no debe tratar de entenderse como un hecho aislado (…) basta de normalizar la violencia, basta de justificar a los agresores”.

La ofrenda se compone de cruces en color rosa y morado y estará expuesta en el patio del Palacio Municipal.






UNA PAUSA que continúa


Anitzel Díaz

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