En La Habana hay un solo cuadro expuesto de Antonia Eiriz en un museo, el resto está olvidado en un sótano, enterrado bajo el peso del olvido.
El arte de Eiriz es un testimonio de la compleja relación entre el arte y la política en Cuba, destacando las luchas de los artistas que buscaron mantener su independencia creativa en un entorno políticamente cargado.
Los monstruos de Antonia Eiriz llega al teatro en “Papier mâché”
El dramaturgo cubano Carlos Celdrán presentó este fin de semana, El Círculo Teatral, la obra Papier Mâché en la Ciudad de México. La obra es un homenaje a la vida y el trabajo de la pintora cubana Antonia Eiriz; contará con las actuaciones de Zulema Clares, Ariel Texidó, Rosalinda Rodríguez, Andy Barbosa y Guillermo Cabré.
La historia gira alrededor de Antonia Eiriz y el momento en el que alcanzó su mayor reconocimiento como pintora en la Cuba de la década de 1960. En el apogeo de su carrera, después de sufrir ataques y críticas por parte de algunos comisionados y representantes de las instituciones culturales del país, quienes la acusaban de crear una obra pesimista y derrotista que se alejaba de la nueva realidad social, optó por retirarse y permanecer en silencio en la escena artística durante más de veinticinco años.
Carlos Celdrán, un reconocido director de teatro cubano, estrenó una obra en Miami y México que presenta el personaje de Eiriz, una pintora conocida por capturar visiones vívidas y surrealistas, traduciendo efectivamente las alucinaciones en arte visual. La producción ha recibido elogios tanto del público como de la crítica, gracias a un elenco sólido que ha dado vida a la historia con actuaciones convincentes. Los entusiastas aplausos y las reacciones emocionales del público son un testimonio del éxito del proyecto y del poderoso impacto que ha tenido en quienes lo experimentaron.
Antonia Eiriz lograba intimidar en tres niveles diferentes, de manera bastante inusual. Sus obras causaban miedo porque representaban monstruos, porque lo hacía con un talento excepcional, y porque perturbaba a los coleccionistas oficiales. Durante la época revolucionaria, parecía inconcebible que una artista se enfocara en los aspectos oscuros de la realidad, por más personales que fueran. Después de todo, para pinturas oscuras y caprichosas, ya estaba Goya.
“El papel maché fue su refugio artístico y personal”, dice Celdrán desde Madrid en entrevista con Artburst Miami refiriéndose a Eiriz. “El retiro y el encierro, su vida de mujer introvertida con un mundo muy particular… Podía ser timidez, pero también pudo haber sido el resultado de una decisión personal de alejarse y de hacerse un mundo aparte”.
La figura de la crítica de arte mexicana Raquel Tibol aparece durante la obra subrayando la relación cercan y complicada que mantuvo con la artista cubana.
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"Papier Maché" es una obra que explora los horrores y peligros del totalitarismo, utilizando el arte como medio para rasgar la piel metafórica de la sociedad y exponer las verdades incómodas que a menudo permanecen ocultas. A través de la técnica del papel maché, conocida por su fragilidad y capacidad para moldear formas, la obra sugiere cómo las estructuras de poder pueden ser aparentemente sólidas, pero en realidad son frágiles y susceptibles a la manipulación y el control.
Antonia Eiriz arte y politica en Cuba
Antonia Eiriz fue una pintora y artista cubana conocida por sus obras poderosas y expresivas que a menudo abordaban temas de dolor, sufrimiento y crítica social. Su arte estuvo profundamente influenciado por el clima político y social de Cuba, especialmente durante los años tumultuosos de la Revolución Cubana y sus secuelas.
Su obra de Eiriz se caracteriza por un estilo crudo y emotivo que incorpora elementos de surrealismo y expresionismo. Sus pinturas frecuentemente presentan figuras distorsionadas, imágenes oscuras y angustiosas, y un sentido de desesperación. Estos elementos reflejan su profunda preocupación por la condición humana y el impacto de la opresión política y las injusticias sociales.
Contexto Político
En Cuba, especialmente durante la década de 1960, el gobierno revolucionario buscaba controlar la expresión artística para alinearla con sus objetivos ideológicos. Mientras que muchos artistas eran alentados a crear obras que apoyaran los ideales revolucionarios, el trabajo de Eiriz a menudo presentaba una visión más crítica y sombría de la sociedad, lo que la diferenciaba del discurso oficial.
Sus pinturas, como “La Anunciación” y “El Juicio”, se consideran críticas al autoritarismo y al ambiente represivo en Cuba en ese momento. A pesar de sus contribuciones al arte cubano, Eiriz enfrentó censura, y sus obras eran a menudo vistas como controvertidas porque no se alineaban con la imagen positiva y revolucionaria promovida por el estado.
Aunque la carrera de Eiriz fue interrumpida debido a presiones políticas—se vio obligada a dejar de pintar durante varios años—su influencia en el arte cubano sigue siendo significativa. Sus obras ahora son reconocidas por su profunda carga emocional y su audaz crítica al poder y la opresión.
La pintora finalmente se exilia en Miami donde sus monstruos cobran vida a través del Papel Maché.
Anitzel Díaz
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...se le considera la primera ecologista del mundo. En el siglo XVII Maria Sibylla Merian fue pintora, grabadora, investigadora,...
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