"Se acabaron los abrazos y comenzaron los balazos"
La nueva película Doble Moral, producida por MCM Studios, promete causar revuelo al abordar la controversial liberación de Ovidio Guzmán, hijo del capo, en medio del caos y la violencia en Culiacán, Sinaloa. Con la dirección de Roberto Flores Campos y la producción de José Felipe Pérez Arroyo, el filme mezcla realidad y ficción para revelar los vínculos entre el narco y altos funcionarios.
La historia, protagonizada por actores como Enoc Leaño, Mario Zaragoza, Juan Ríos Cantú y Mauricio Islas, plantea una narrativa donde "se acabaron los abrazos y comenzaron los balazos". El cartel promocional no se queda atrás, aludiendo a una "fallida operación" y mencionando a un líder político que parece simpatizar más con el narco que con el pueblo.
Esta polémica cinta, disponible próximamente en la página de MCM Studios, es parte de un creciente grupo de películas que se atreve a cuestionar y explorar las sombras del poder en México y sus relaciones más oscuras.
SINOPSIS
"Se acabaron los abrazos y comenzaron los balazos"
EL CULIACANAZO
Una historia de acción y traición donde se descubre la corrupción de altos e importantes políticos del gobierno de México y Estados Unidos.
Donde los carteles se enfrentan por el poder de un país en llamas, incendiado por la polarización que ha provocado un presidente resentido y vengativo, que será capaz de cualquier cosa para intentar cumplir sus promesas. Una película Impactante y sorprendente que no dejara indiferente a nadie y en donde la supuesta verdad será juzgada por los espectadores que también son parte de esta
El material es producido por José Felipe Pérez Arroyo, con la dirección de Roberto Flores Campos, y actores como Enoc Leaño, Mario Zaragoza, Juan Ríos Cantú y Juan Pablo Espericueta y Mauricio Islas, el actor que participó en el colectivo SelvaMe del Tren.
Sin embargo, exhibidores prevén que la cinta solamente llegue a plataformas de streaming, debido a fracasos de otras películas de la Productora MCM, como “Loco fin de semana”.
El cine como instrumento de denuncia
El cine ha sido siempre un reflejo de la sociedad, pero también un potente instrumento de denuncia social. Al contar historias basadas en hechos reales, aborda temas tabú, revela injusticias y cuestiona los poderes fácticos. Películas como Doble Moral, que exploran situaciones como el Culiacanazo, nos muestran cómo la pantalla grande se convierte en un espacio para visibilizar corrupción, violencia y complicidades que a veces quedan fuera del alcance del público general.
Al retratar problemas que afectan directamente a la sociedad, el cine no solo entretiene, sino que obliga al espectador a confrontar realidades incómodas. Historias de abusos de poder, impunidad o colusión con el crimen organizado tienen el potencial de sensibilizar a la audiencia y generar conversaciones sobre temas que necesitan ser discutidos en la esfera pública. En muchas ocasiones, estas producciones logran lo que pocos informes oficiales o investigaciones pueden: tocar fibras, provocar reflexiones profundas y, a veces, influir en la opinión pública.
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